Tocar, mezclar, transvasar, palpar, probar, arrastrar, imitar, comprobar, trastear, observar, darse cuenta,....
Todas estas acciones son las que facilitan los aprendizajes de tu hijo cuando inicie la etapa de escolarización. Por ello es bueno que desde pequeño se fije en su entorno y participe en todo lo que allí sucede.
Desde que nacemos, a cada uno de nosotros nos motivan cosas diferentes y de diferente manera y con un interés distinto. Uno tocará la flor mientras que el otro irá directo a tocar el tallo. Uno se reflejara en el agua del charco mientras que el otro tirará piedras de distinto tamaño. Los dos habrán experimentado y observado aspectos distintos que les ofrece el agua, la flor,... y habrán despertado su necesidad de aprendizaje en aquel momento y en aquel lugar.
Es importante que tu hijo esté en contacto tanto con el entorno del día a día como con la naturaleza. Ambos ambientes te ofrecen muchas oportunidades para los aprendizajes.
Comprender y entender el mundo en el que os movéis tú y tu hijo es la base para su autonomía personal. Para ello, te recomiendo un libro con muchas propuestas para que te ayude en la empresa de educar a medida que se van presentando las necesidades de aprendizaje.
Eve Herrmann, autora, diseñadora gráfica y fotógrafa es una apasionada de la pedagogía Montessori y los aprendizajes autónomos. Acaba de publicar un libro donde propone 100 actividades divertidas para hacer padres e hijos juntos bajo la mirada del método Montessori. El pasado 20 de Enero, TV3 (minuto 30:37) hizo una esmerada presentación.
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