Seguro que recuerdas de qué manera aprendiste las tablas de multiplicar y también algunas estrategias que utilizaste.
Los aprendizajes van ligados siempre a las vivencias y la capacidad que tenemos de establecer la relación de hechos conocidos que nos llevan a hechos derivados.
Por ejemplo, recuerdo que 8 x 8 = 64 no se me quedaba memorizado y un día el maestro la preguntó a un compañero que normalmente no se las sabía y esta vez la clavó. A partir de ese día ya no dudé más.
Ya sea en la escuela como en su entorno, tu hijo aprende toda una serie de habilidades que le servirán para crear sus propias estrategias para aprender.
La multiplicación, al principio, es un concepto abstracto hasta que se entiende. Por lo tanto, cuando pides a tu hijo que se aprenda de memoria unos números que de momento no los puede relacionar con sus vivencias resulta mucho más dificultoso de recordar.
Aprender las tablas de multiplicar suele ser uno de los principales caballos de batalla en la escuela y en casa. Requiere que dediques tiempo y paciencia. Además, llevan la etiqueta de aburridas y reiterativas.
No hay una manera correcta y una manera incorrecta de aprender, lo que conviene es resolver con eficacia. Esta es la base del aprendizaje.
Querrías una varita mágica, pero de momento no la tenemos. Lo que sí tenemos son una serie de consejos y recursos para que este aprendizaje resulte más ameno.
¿Cómo lo haces?
Los aprendizajes van ligados siempre a las vivencias y la capacidad que tenemos de establecer la relación de hechos conocidos que nos llevan a hechos derivados.
Por ejemplo, recuerdo que 8 x 8 = 64 no se me quedaba memorizado y un día el maestro la preguntó a un compañero que normalmente no se las sabía y esta vez la clavó. A partir de ese día ya no dudé más.
Ya sea en la escuela como en su entorno, tu hijo aprende toda una serie de habilidades que le servirán para crear sus propias estrategias para aprender.
La multiplicación, al principio, es un concepto abstracto hasta que se entiende. Por lo tanto, cuando pides a tu hijo que se aprenda de memoria unos números que de momento no los puede relacionar con sus vivencias resulta mucho más dificultoso de recordar.
Aprender las tablas de multiplicar suele ser uno de los principales caballos de batalla en la escuela y en casa. Requiere que dediques tiempo y paciencia. Además, llevan la etiqueta de aburridas y reiterativas.
No hay una manera correcta y una manera incorrecta de aprender, lo que conviene es resolver con eficacia. Esta es la base del aprendizaje.
Querrías una varita mágica, pero de momento no la tenemos. Lo que sí tenemos son una serie de consejos y recursos para que este aprendizaje resulte más ameno.
¿Cómo lo haces?
- Deja siempre a mano unas tablas para consultar.
- Deja que compruebe el resultado con una calculadora, refuerzo visual y autosatisfacción.
- Jugad con los distintos recursos que te ofrecen las tablas:
- -Observa, 6 x 2 son 12, 8 x 4 son 32, 7 x 6 son 42... ¡Acaban en 2!
- -Mira, 6x6 son 36 y 6x8 son 48... ¡riman!
- No olvides el sentido del humor, tenlo muy cerca.
- 4x7 = 26 ??? Cuando yo las aprendí hacían 28 ;-)
- Convierte este rato en un tiempo de calidad, distendido y sin tensión. Si hoy no sale tan bien mañana ya saldrá mejor. Lo que cuenta es que también habéis pasado un rato juntos.
- Dedicad no más de diez minutos a esta tarea. Es un tiempo relativamente corto pero suficiente para practicar, mantener una actividad continuada y terminarla de una manera simpática.
- Utilizad distintos soportes: pizarra blanca/negra, pasta, pack, hueveras…
- Descarga y utiliza los recursos que encontrarás aquí.