Es importante crear un ambiente y una predisposición al estudio.
Antes de que se ponga a hacer los deberes ofrécele una actividad diferente que le ayude a conseguir una actitud de concentración y atención para facilitarle el trabajo posterior.
Destinad entre 5 y 10 minutos a estas actividades (pintar mandalas, laberintos, hacer cenefas, dibujos con círculos, pasatiempos,...).
Aparcad los aparatos tecnológicos (TV, tabletas, móviles, ordenadores, plays,...), no valen como elementos para potenciar la concentración y la atención. Son aparatos que generan un efecto contrario.
Pasado este tiempo deja que se organice y planifique por donde empieza. Así le demuestras tu confianza, indirectamente le estás diciendo que confías en él.
Mantente a cierta distancia. Haz lo que tengas que hacer, cada uno hace sus tareas. Todos tenemos obligaciones y la suya es hacer los deberes y luego jugar, leer,...
Si te pide ayuda mantén un tono de voz suave y tranquila y, si puedes, pon un toque de humor. Una vez le hayas atendido, vuelve a lo que estabas haciendo.
En cuanto al ordenador, recuérdale que es una herramienta de trabajo más (principalmente diccionario y consulta de algunos temas puntuales) y que debe estar situado en un lugar comunitario o de paso.
Asegúrate que tenga lo que necesita, una buena iluminación que ayude a la concentración y también que haya un cierto orden y espacio en la mesa de trabajo.
Hacer los deberes debe ser una tarea más de las muchas que se hacen en tu hogar.