¿Cuántas veces has deseado que todo vuelva a la "normalidad", es decir, la rutina de cada día?
Aunque la palabra rutina de entrada no parece tener demasiado buena prensa, tengo que decir que la rutina es una buena herramienta para aprender a focalizar y dirigir la atención hacia un objeto o actividad. Este es el paso previo a la concentración.
Las rutinas dan confianza y seguridad a tu hijo porque le permiten saber qué hacer después. (1-levantarse, 2-desayuno, 3-hacerse la cama, 4-hacer ejercicios físicos, 5-hacer deberes un rato, 6-juego ...)
A menudo la rutina tiene mala fama porque es la encargada de poner orden y encarrilar una actividad tras otra. La rutina es un plan preestablecido que organiza y da visión de las secuencias de las diferentes actividades diarias o semanales.
La rutina no debe ser un motivo para obsesionarte, ni una carrera contrarreloj, es la herramienta para que tu hijo aprenda a situarse en el espacio temporal y saber que todas las actividades requieren su tiempo, unas más que otros.
Partiendo de esta base es importante que tu hijo utilice las rutinas para aprender a focalizar la atención en lo que tiene que hacer en un momento dado y ponga los "cinco sentidos", es decir, se concentre.
Las rutinas dan tranquilidad y calidad de vida a tu hijo. Le ayudan a sentirse seguro.
Dicen que tenemos el músculo de la concentración y que este se puede entrenar practicando el hábito de focalizar y mantener la atención. Una de las maneras es estableciendo rutinas.
Si te ha gustado y crees que puede interesar a alguien, compártelo.
Aunque la palabra rutina de entrada no parece tener demasiado buena prensa, tengo que decir que la rutina es una buena herramienta para aprender a focalizar y dirigir la atención hacia un objeto o actividad. Este es el paso previo a la concentración.
Las rutinas dan confianza y seguridad a tu hijo porque le permiten saber qué hacer después. (1-levantarse, 2-desayuno, 3-hacerse la cama, 4-hacer ejercicios físicos, 5-hacer deberes un rato, 6-juego ...)
A menudo la rutina tiene mala fama porque es la encargada de poner orden y encarrilar una actividad tras otra. La rutina es un plan preestablecido que organiza y da visión de las secuencias de las diferentes actividades diarias o semanales.
La rutina no debe ser un motivo para obsesionarte, ni una carrera contrarreloj, es la herramienta para que tu hijo aprenda a situarse en el espacio temporal y saber que todas las actividades requieren su tiempo, unas más que otros.
Partiendo de esta base es importante que tu hijo utilice las rutinas para aprender a focalizar la atención en lo que tiene que hacer en un momento dado y ponga los "cinco sentidos", es decir, se concentre.
Las rutinas dan tranquilidad y calidad de vida a tu hijo. Le ayudan a sentirse seguro.
Dicen que tenemos el músculo de la concentración y que este se puede entrenar practicando el hábito de focalizar y mantener la atención. Una de las maneras es estableciendo rutinas.
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