Las vacaciones suponen una rotura con la rutina diaria y una oportunidad para hacer cosas diferentes. No es fácil compaginar, pero aquí tienes algunas propuestas para hacer juntos.
Disfruta más de tus hijos. Haciendo actividades distintas descubre otras facetas que en un día normal y rutinario tienen más dificultad de aflorar y sorprenderte.
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- Ordenad juntos un armario, una habitación... y decidid juntos qué guardáis y que tiráis. Es una manera de poner en práctica la toma de decisiones que a menudo aparcamos en forma de dejar las cosas en algún rincón y ya tomaremos una decisión más adelante.
- Cocinad juntos algún plato, pastel, empanadas.... Trabajar juntos os ayuda a conoceros mejor y aprender a respetar turnos de trabajo y maneras de hacer, y aprender que todas las cosas tienen que pasar por un proceso antes de conseguirlas
- Visitad aquel sitio de vuestra ciudad o villa (museos, jardines, parques...) que siempre habéis dicho que queríais conocer. Vividlo como un objetivo a conseguir después de cierto tiempo queriéndolo hacer. Escribid en el calendario o en la agenda qué día lo haréis y una vez hecho daos el gusto de poner “hecho”.
- Dejad que experimenten
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