Desde hace algún tiempo, seguro que has podido observar algunas de actitudes que no favorecen la capacidad de concentración y atención hacia el estudio.
¿Te has fijado en la extensísima colección de posturas que adoptan tus hijos a la hora de sentarse para estudiar?
¿Cómo lo puedes corregir?
Diles que...
¿Qué beneficios obtiene?
Si tienes la paciencia de ir corrigiendo, con gracia y un buen toque de humor, estas actitudes, notarás como mejorarán las aptitudes.
¿Te has fijado en la extensísima colección de posturas que adoptan tus hijos a la hora de sentarse para estudiar?
¿Cómo lo puedes corregir?
Diles que...
- Las sillas tienen cuatro patas y no son un columpio.
- El “culo” debe estar bien puesto en la base de la silla.
- La espalda debe tocar el respaldo (de aquí el nombre).
- La hoja debe estar delante y algo inclinada (según sea diestro o zurdo).
- Con una mano tiene que sujetar el lápiz.
- La otra mano tiene que aguantar el papel y no la cabeza (ya tenemos un cuello que nos la aguanta).
¿Qué beneficios obtiene?
- Le facilita la concentración para el estudio.
- Mejora la atención de lo que estáis haciendo.
- Trabaja enfocado hacia un objetivo (deberes, estudio, trabajo,...).
- Gana tiempo porqué no hay distracciones.
Si tienes la paciencia de ir corrigiendo, con gracia y un buen toque de humor, estas actitudes, notarás como mejorarán las aptitudes.