El verano, aunque te parezca corto, te ofrece muchas oportunidades para gozar de experiencias que os hagan sentir vivos.
Estas experiencias os unen y fortalecen los vínculos y la confianza entre vosotros, os acercan más y os ayudan a descubrir otras habilidades, talentos y emociones que durante el año están “hibernando” y, puede que no supieras que estaban allí esperando una oportunidad para aflorar y dar-se a conocer.
Si tu hijo es feliz, tu todavía más. Emociónate con él.
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