¿Cuántas veces se ha dejado el desayuno, la agenda, la libreta de los deberes, la bolsa de educación física, ... y has ido hasta la escuela o hasta el instituto a llevárselo?
Seguro que tu intención es que no le falte de nada, que lo tenga todo para trabajar y esté bien. Pero si siempre lo tiene todo solucionado, ¿Qué hará cuando se tope con un problema? ¿Cómo gestionará la solución si siempre hay alguien que lo ha hecho por él/ella?
Cada cual es responsable de sus cosas y de las cosas que hace. Además cuando llevas “los olvidos” a la escuela y es necesario que llamen por megafonía al interesado se rompe el ritmo de trabajo, la atención y la concentración. Pero no solo la suya sino la de su entorno y la de todo el centro educativo.
Es verdad que te sabe mal que tu hijo llegue a casa con una nota en la agenda o que pase un poquito de hambre, pero esto es lo que le ayuda a crecer, a responsabilizarse y a concienciarse que las cosas tienen consecuencias y que las tendrá que gestionar para seguir adelante.
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