¿Tiendes a pensar que antes todo era más fácil? Pregunta a tus padres si les fue fácil.
No es que hoy en día sea más difícil, sino que es diferente porque hay más información, más recursos i más posibilidades en todos los ámbitos.
Hoy, tus hijos acostumbran a ser el centro del mundo en todas las actividades, sobre todo las que giran alrededor de la familia.
Tienes claro que las experiencias que viven tus hijos no son las mismas que viviste tú, ni las que vivieron tus padres ni tus antepasados y, por tanto, algunas conductas y las respuestas a estas conductas se han ido modificando, e incluso, te llevan, en algún momento, a dudar en la toma de decisiones.
¿Qué ha cambiado?
- La Declaración Universal de los derechos de la Infancia. (garantizar la alimentación, la salud o la vivienda de los niños,...).
- Las nuevas tecnologías que han venido para quedarse y nos provocan desorientación, desconcierto y confusión en el ámbito educativo con el debate abierto de que hasta que punto se deben incorporar en el sistema educativo.
- Los cambios sociales, laborales i de movilidad.
Todos estos cambios los hemos hecho juntos y nosotros, que formamos parte de la sociedad, también “sufrimos” estos cambios.
Así pues, si pretendes afirmar que antes era mejor o más fácil significa que como adulto no has encontrado tu lugar en la sociedad.
Tómate los cambios como un soporte que te ayudará en el día a día. Escucha tus hijos, aunque no siempre tienen que llevar la razón ni decidir aquello que te corresponde a ti. Sí que antes el respeto hacia ti y los adultos se sabía y se aceptaba sin ser cuestionado y hoy en día parece que se tenga que ganar, tu y el resto de los adultos. Por ello es preciso que mantengas la firmeza y la coherencia de tus principios y apuestes por adaptarte a las nuevas tecnologías al lado de tus hijos.
Piensa que el pasado ya se ha ido y el futuro aun no ha llegado porque siempre será futuro, cuando lo vives es el Ahora.
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