A lo largo del día hay muchos momentos ideales para aprender. Aprender a contar, contar dinero, hacerlo en otro idioma para practicar, pagar y esperar el cambio, llenar las bolsas de fruta y verdura y pesarlas (entender que el precio lo calcula la báscula multiplicando el peso por el precio/unidad,...), aprender a seguir rutas nuevas con la ayuda del móvil, los colores, par e impar (numeración de las calles, matrículas,…),…
Estos aprendizajes palpables, con la experiencia real de participar son los que se consolidan con más rapidez y generan las ganas de querer aprender más.
Sí que es verdad, también, que no todos los momentos que se presentan a lo largo de la jornada son los mejores para hacerlo porque el estrés del día no siempre lo permite. Durante el fin de semana es más probable que los encuentres y que los identifiques en seguida.
Mantente al acecho y descubre las oportunidades que el día a día y la vida te ponen delante.
Estos aprendizajes palpables, con la experiencia real de participar son los que se consolidan con más rapidez y generan las ganas de querer aprender más.
Sí que es verdad, también, que no todos los momentos que se presentan a lo largo de la jornada son los mejores para hacerlo porque el estrés del día no siempre lo permite. Durante el fin de semana es más probable que los encuentres y que los identifiques en seguida.
Mantente al acecho y descubre las oportunidades que el día a día y la vida te ponen delante.