Lograr una convivencia sin estridencias entre hermanos es prácticamente imposible. Pero como madre y padre no puedes desistir en esta empresa.
¿Cómo lo haces?
Hazles saber cómo valoras el amor que se tienen entre ellos con frases como “Me gusta como os ayudáis, me encanta cuando os entendéis tan bien, me gusta como os queréis.”,... para descubrir el valor del amor incondicional: compartir, ayudar, respetar.
¿Cómo lo haces?
- Evita las comparaciones, tus hijas son diferentes y por tanto no puedes pretender que hagan las mismas cosas ni que tengan un desarrollo parecido. Si haces comparaciones generas competitividad. Evita las expresiones como “María a su edad ya...”, “Oriol es más lento que Laia.”, ...
- Promueve el respeto entre hermanos haciendo que cada uno se responsabilice de sus cosas.
- Controla tu lenguaje verbal y no verbal, miradas de aprobación, gestos... porque pueden ser percibidos por tus hijas aunque a ti no te lo parezca.
- De entrada no intervengas en caso de discusión, espera y observa la situación por si hubiera que intervenir.
- No les pongas etiquetas que los clasifiquen y conlleven una connotación negativa como “es un zarandillo, no para nunca quieto.” Generas diferencias entre ellos y favoreces la respuesta que no quieres.
- Destaca las cosas positivas de cada una y valóralas ante ellas, harás que se sientan bien y que aprendan a valorar las cosas positivas y diferentes que tienen cada una.
- Dedica tiempo a solas con cada hijo, tienen gustos diferentes, los hace sentir especiales y crea complicidades entre vosotros, ideal para compartir alguna confidencia, deseo,...
- Evita valorar a una por encima de la otra con frases como “Puesto que tú eres mayor que la otra...”, “Como que tu hermano pequeño solo llora, tú puedes....”. Es un arma de doble hilo que después ellas utilizarán en contra de la otra: “eres una llorica,...”
- Enséñales a resolver los conflictos expresando y escuchando cuáles son las discrepancias y buscar una solución entre todos. Evita frases como “Estoy hasta arriba de vosotros, nadie diría que sois hermanos”, no aportas ninguna solución y les transmites que no se quieren.
Hazles saber cómo valoras el amor que se tienen entre ellos con frases como “Me gusta como os ayudáis, me encanta cuando os entendéis tan bien, me gusta como os queréis.”,... para descubrir el valor del amor incondicional: compartir, ayudar, respetar.