Disfrazarse tiene que ser un juego de todo el año. Disfrazarse ayuda a desarrollar la imaginación i la creatividad. A ponerse en el sitio del otro por un rato, es decir, a adoptar un rol o imitar a los mayores,...
Los disfraces pueden ser los que hemos comprado o les han regalado, cualquier recorte de tela, blusa vieja, zapatos viejos, pañuelo o chal que ya no lleves,...
Hoy en día no guardamos demasiadas cosas pero siempre queda alguna que hará que la imaginación de tus hijos te sorprenda.
Puede que tu hija no sea de las de disfrazarse en público y las fiestas de los carnavales populares no le apetecen, pero en casa, si las tiene a su alcance, quizás juegue con ellas.
¿Qué beneficios obtiene tu hija/o cuando se disfraza?
- Entra en contacto con el mundo de la emociones.
- Activa la fantasía, la imaginación, la ilusión, el entusiasmo y la satisfacción.
- Potencia el ingenio y la maña, la expresión, la cooperación, el trabajo manual,...
- Conecta con sus deseos.
- Reconoce sus gustos y sus preferencias: una princesa, un príncipe, un superhéroe, un fantasma, un policía,...
- Adopta roles reales (padre, madre, chofer, maestra,...) y roles imaginarios (guerreros de les galaxias, hadas,...), los disfraces le permiten jugar a ser lo que quiera ser.
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