Desde siempre el “sistema” y el sistema educativo nos han entrenado para no cometer errores.
- Hemos aprendido que los errores son malos y que hay que evitarlos sí o sí.
- El error no está bien visto, tiene mala fama.
- A menudo el error nos hace tener miedo de caer en otro error.
- El error nos crea la duda ante nuevos retos y nos hace sentir inseguridad, incluso, nos paraliza.
¿Qué puedes hacer?
Cuando el miedo del error paraliza tu hijo, ayúdale a hacer consciente este miedo, dile que esta angustia que nota en su cuerpo es el miedo a volver a fallar, pero cuando ponemos conciencia en lo que sentimos, nos decimos "ah eres tú señor miedo" y dejamos que se vaya nos sentiremos más libres para volver a intentarlo tantas veces como haga falta.
La actitud que tú transmitas a tu hijo será la que él adoptará ante los "errores" o "fracasos" de la vida.
Los "errores" deben ser normales y necesarios para aprender.
Equivocarte es una manera de encontrar el camino correcto.
Cuanto antes pongamos conciencia al error más rápido será el aprendizaje y más avanzaremos.